El giro es el movimiento continuo. El eje como centro del cuerpo nos obliga a dar vueltas sobre nosotros mismos, una y otra vez. En lugar de aclararnos las ideas lo que hace es marearnos y perder el sentido vertical, es decir, la razón hasta perder el pie y caer. Existe un giro sufí, una vez adquirida la práctica, se consigue un estado de liberación próximo a la meditación, pero si lo que pretendemos es decidir, decidamos, si hay que hacer, hagamos, dar vueltas a una decisión sólo lleva a la confusión y al final al dolor de no haber decidido antes.
Decidir es una práctica, a lo largo del día lo hacemos miles de veces, pero hay situaciones no resueltas que producen impotencia. El tiempo para valora pros y contra debe ser limitado, alargarlo en el tiempo sólo hace que nos confundamos más.
Girando en unas vueltas sin fin en un movimiento continuo.
Dar vueltas
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